Lo último que quieres es hacer daño a alguien, pero sólo con pensarlo el efecto se multiplica hasta el infiniiiiito. Quieres ayudar pero no hay manera, y vives esa relación en putos círculos, que se hacen concéntricos y cada vez oprimen más y más... Le haces la comida a alguién y luego te llama para decirte que otra vez has dejado la cocina sucia, y que no escuchas. Y ya no se si escucho, pero sí se que no entiendo. Sólo quiero un ratito de silencio en mi cabeza. Sin reproches. Sin letras de canciones.
hey... take it easy. Los lunes siempre son más duros...
ResponEliminaBesos.